Este
libro está dedicado a mi alma, a la cual muchas veces no he escuchado, pero
tanto “insistió” en mostrarme maravillas y hacerme vivir el amor de una manera
que nunca había entendido… que merece como mínimo que mi mirada sea cada día
más alegre y compasiva, sobre todos los seres que habitan este planeta…
inclusive, los humanos.
PROLOGO
Ser MAGA es algo maravilloso… siempre. No voy a negarles que vivir en el
mundo humano a veces se hace difícil o un tanto pesado, ya que generalmente hay
que intentar explicar cosas que no sé cómo explicar; mayormente elijo no
hacerlo y me quedo viviendo en mi mundo y allí se producen las otras magias de
encontrarme con otros magos… ya que somos muchos los que habitamos este
planeta.
Ser MAGA es caos, evolución, vivir sin reglas y desde un lugar primigenio
donde la alegría, la creación y la espontaneidad lo son todo. Mis varitas
mágicas (que en general son cucharas de maderas varias, todas con usos
perfectamente identificables) suelen llevarme a lugares maravillosos, ya que
jamás tengo miedo de aventurarme a aquello desconocido… no entiendo los
finales, ni los principios, porque nada empieza ni termina, todo está
constantemente ocurriendo. Si te detienes y lo piensas… lo sientes, te darás
cuenta que así es.
Ser MAGA es enamorarme a cada paso, es cocinar, es oler una flor y saber a
quién y cómo sanará, es escuchar hablar a una piedra y también contar un
cuento.
Por eso, cuando me vean cabizbaja, no se asusten, tengan la certeza de que
estoy en algún mundo, observando algún atardecer turquesa, que es mi color
preferido. No suelo estar triste, aunque llore o se me nuble la mirada, y eso
ocurre sólo cuando me obligan a vivir con reglas que no entiendo, cuando me
dicen que sólo usando determinadas palabras podré llegar a “ese lugar”… o a esa
persona. Ni yo que soy maga conozco el corazón de todos, cómo podrían
aventurarse a decir qué es exactamente lo correcto para cada quién.
No sé estar atada a nada ni a nadie. Me gusta sí, “estar cerca”, tanto como
para escuchar el corazón del otro, y lo suficientemente lejos como para
extrañarlo. Eso es algo que aprendí de los humanos… ese “extrañar” que no daña,
porque confiando en el propio corazón, sabremos que todo está intacto siempre.
Los magos tenemos hijos magos, que son quienes nos paren a nosotros, como
el mago vive fuera del tiempo, sólo en estos casos se da esta maravillosa
experiencia de ser paridos por un hijo. Les aseguro que es el mayor acto de
magia que existe, sobre todo porque es con un infinito grado de amor y
“precisión” y sin una gota de dolor ni lazo que nos ate. Nacer de un hijo es
algo extraordinario… definitivamente yo me reconocí maga, el día que mi hijo
nació, antes, no lo recordaba.
Y ahí me fui por la vida…porque un mago o maga, ama ANDAR.
Así que anduve por el semidesierto mexicano y sus huastecas, por la pampa y
la Patagonia argentina, por las selvas colombianas, y el verde y las sierras
guatemaltecas, por la estrecha y latente tierra chilena, y por la Mesopotamia y
norte argentinos. De cada lugar me traje una historia, una semilla, una raíz y
una mirada. Eso es lo único que realmente nos llevaremos de los lugares y las
personas… para qué querrían más? Muchos de ustedes saben bien qué es quedarse
con la mirada de alguien… y eso es mucho…mucho…MUCHO. Y si todavía no lo saben
comiencen a cosechar miradas y abrazos; yo por ejemplo tengo una cajita donde
voy guardando abrazos, por si llegan tiempos donde escaseen, a veces me los
pongo en el alma, y otras los regalo a quién anda necesitando. Siempre
encuentro a alguien.
Y en eso de andar, y observar, me tome los silencios necesarios para
escuchar las Voces perfectas que me dictaron este Tratado de especiería almica.
mariafernandagutierrez
Desde que tengo uso de razón en esta
existencia, mi vida ha sido feliz y plena dentro de una cocina. A medida que
pasaban los años de esta maravillosa elección de “volver una vez más a esta
forma de vida humana”, me fui reencontrando conmigo misma… fui recordando quién
era mi alma, donde habíamos vivido y con quiénes, qué habíamos disfrutado en
otros tiempos y qué nos quedaba por aprender. Por suerte era tanto, que decidí
volver y aquí habito este cuerpo bello y amoroso que me contiene desde aquel
nuevo inicio.
En el camino de recordar, que ha sido
largo para los tiempos que solemos “medir” como podemos, me siento feliz de
saber que estoy recuperando una herramienta que fue mi amiga por otras
eternidades. En algún momento aprendí que si nos permitíamos una comunión real
con otros reinos, ellos nos ayudarían a
sanar muchas cosas que habíamos descuidado simplemente por no ser FIELES a
nuestras emociones y sentires.
Si bien ese recordar me dejó en la cocina
durante muchos años, para alimentar corazones y razones, pasaron algunos años
hasta que hace muy poco, me desperté una mañana y comencé a escribir sin pensar
ni razonar… sólo sintiendo, para qué servía cada uno de esos polvos, semillas,
hojas y raíces que tenía en todos los frascos que llenaban de luz mi cocina. Así
supe que el romero que tanto había utilizado para sazonar pescados o aves,
también me ayudaba a enraizarme cuando mi alma quería volver al estado
primigenio de la Fuente.
Uno a uno mis frascos hablaron.
Hace muchos años llamé a mi lugar preferido de la cocina “la pared de las
especias” y así lo mencionaba en aquel libro de cocina mágico “EL DECÁLOGO DE
LA MAGA”: …” Fue a la parte de atrás de la cocina, donde se
encontraba el especiero y miró esos frascos como si pudieran hablarle. Después de unos segundos y de producirse un
intercambio increíblemente extraño de información entre polvos, semillas, su
intuición y sus ojos verdes, tomó sólo cuatro: pimienta verde, canela, jengibre
y semillas de amapola”...
Lo cierto es que antes hablaban
en un idioma y ahora me recordaron otro… pero el mensaje es el mismo: AMAR Y VIVIR
SABIENDO QUE TODOS LOS REINOS SOMOS HABITABLES LOS UNOS EN LOS OTROS.
Así que aquí les comparto
algunas cosas que entiendo sólo harán que ustedes también recuerden lo que ya
saben, porque de eso se trata esta experiencia maravillosa… NO HAY TRUCOS, HAY
MAGIA, y todos la tenemos.
En este tratado les comparto lo
recordado hasta hoy… sin duda seguiré recordando y muchas cosas que lean, les
traerán a ustedes sus propios recuerdos. La base del trabajo es lo que
conocemos hoy como “aromaterapia”, pero también es algo más, es CONFIAR que
todo está allí para ayudarnos a evolucionar. De hecho recién en estos últimos
años algunos científicos y médicos se han dedicado a investigar qué ocurría con
nuestro olfato, ya que es el más animal de todos nuestros sentidos y el que
menos estamos utilizando… parece que nos diera vergüenza decir que olemos, e
incluso que distinguimos a través de ese olfato. Un solo dato les comparto, ya
que este no es un libro de datos, sino de recuerdos, “cada neurona del epitelio
olfatorio tiene una vida media de 60 días, y es reemplazada por una idéntica a
su muerte; esta nueva tendrá la capacidad de establecer de nuevo la sinapsis
para que ningún recuerdo se pierda en la evocación de los olores”.
Anímense a CONFIAR, a OLER y a
saber que en ese mundo de raíces, hojas, flores y semillas hay mucho más de lo
que nuestros ojos biológicos pueden ver.
…” Los olores invadían
cada centímetro de la casa y ella supo a sus cinco años que jamás olvidaría esa
apacible sensación que la acunaba entre viejos temas de Frank Sinatra, soles
suaves de invierno que invadían la cocina y conversaciones de adultos que tal
vez un día entendería… y que seguro, ya no querría entender.
La
cocina con suficiente ajo y pimentón
levantaba la temperatura del mediodía y hacía que los rojos de repasadores
y manteles fueran más intensos. Y ahí, dorando cebollas
y pimientos, en un trozo de manteca, su abuela.
¿Qué
más se podía pedir?
Siempre
comentaba; “los mejores regalos que recibí en mi vida fueron varios: una paleta
de madera para cortar la masa de pan leudada, 5 kilos de harina con afrecho
recién molida y todavía tibia de un molino de San Juan, un pequeño frasquito de
pimentón de Turquía, un trozo de chocolate puro que le trajo Juan de Colombia,
un libro de recetas de cocina con
flores, un pequeño queso casero de la campiña francesa que llegó con una
botella de “verde Chatreuse”… y ahí decidió parar de enumerar porque reconoció
haber recibido mucho y que Dios había sido más que generoso con ella. Y otra vez pensó:
¿Qué
más se podía pedir?
Entonces
lo supo: era hora de enseñar a la gente a amar y pedir”...
ESPECIAS, SEMILLAS Y FLORES
ALBAHACA Y
AMAPOLA
Ambas trabajan
sobre aquello que no puedo ver. (A diferencia del limón que trabaja sobre
cambiar el punto de vista y poder ver-apreciar otras cosas y otras creencias).
Vienen a poner
luz sobre situaciones o personas, vienen a aclarar nuestra mente y dejar que
nuestro corazón “a ojos cerrados”, intuya con la soltura y el amor que posee,
sabiendo que JAMÁS SE EQUIVOCA.
Ambas son muy
precisas y no demoran en aclarar el panorama.
¿ESTAS
PREPARADO PARA ELLAS?
Para
utilizarlas hay que estar dispuesto a escucharnos, de hecho son uno de los
mejores ejercicios de ESCUCHA que podemos practicar.
Nuestro
corazón está hablándonos permanentemente, pero nuestros oídos suelen estar
cerrados, no siempre la comunicación es fluida, por eso, tanto las hojas de
albahaca como las semillas de amapola (algo más suaves serán los pétalos de
amapola), vienen a traernos una apertura abrupta de la conexión alma-corazón,
obligándonos a ser FIELES a nosotros mismos; no dejarnos llevar por creencias
que no nos pertenecen, sino buscar las nuestras. NUESTRA VERDAD DEL CORAZÓN.
La albahaca,
trabaja desde la aromaterapia, tener un ramo fresco en el ambiente que habitamos
en ese momento de incertidumbre, nos trae FRESCURA DE PENSAMIENTOS.
Uno de los
mejores ejercicios de CONFIANZA es colocar unas hojas de albahaca fresca en la
palma de la mano y preguntar en voz alta a nuestra alma lo que necesitamos
saber y CONFIAR en la respuesta que escucharemos.
Respecto a la
amapola podemos ingerir sus semillas directamente en cualquier receta de cocina
y preguntar concretamente aquello que nos retrasa en nuestra evolución; ya que
debemos recordar que no tener un diálogo fluido con nosotros mismos y confiando
en aceptar nuestro propio sistema de creencias, es mantener retrasado nuestro
proceso evolutivo, es como haber decidido permanecer dormidos eternamente. (Esto
implicaría negar la Fuente… ya que el camino evolutivo no puede negarse… lo que
ya se comprendió, implica crecimiento… no podemos volver atrás).
La albahaca es la
ACEPTACIÓN Aceptar será confiar, entregarse, cerrar los ojos y
saber que merecemos lo que ocurrirá porque eso será lo mejor que puede ocurrirnos.
Confiar que Dios, el Universo, los Maestros, los Ángeles, están allí,
todo el infinito tiempo “cuidando nuestras espaldas”. Algo bueno va a ocurrirnos, algo que no
tendrá oposición y que recibiremos voluntariamente como acto de fe en la
observancia de nuestro proceso para volver a vibrar con la sana inocencia del
niño que nos habita.
AGUARIBAY O PIRUL O
MOLLE
El aguaribay o pirul es un
árbol que habita casi todo el continente americano, desde Argentina hasta
México. Ese andar y esparcir sus semillas nos habla de aquello que debe ser
regado para el mayor bien de todos. Representa la palabra y sobre todo aquella
palabra que debe ser dicha antes de que enferme.
Muchos usan sus semillas como
pimienta rosa o sus hojas en infusión para calmar ardores o problemas de estomago;
es curioso observar lo que ocurre cuando nos excedemos en la ingesta de esta
pimienta o del té de aguaribay… ya que produce el mismo efecto que viene a
sanar. En realidad en dosis muy moderadas, si actúa para este problema; lo que
debemos observar aquí es que el síntoma y el exceso en el intento de sanación
nos hablan de lo que el árbol viene a proponernos, “HABLAR ANTES DE ENFERMAR,
NO QUIERO FUEGO EN MI ESTÓMAGO, NI IRA EN MI HIGADO, DESEO DECIR LAS PALABRAS
QUE EXPRESEN MI EMOCIÓN A LA PERSONA INDICADA, EN EL MOMENTO INDICADO”.
Actúa por
presencia, se puede colocar en un recipiente abierto, en un ambiente en el que
solemos pasar muchas horas, varias de sus pimientas y hojas sueltas. Es muy
propicio, colocar un recipiente así, en lugares que suelen provocar situaciones
de estres por cosas no dichas o sumisiones en la palabra, como por ejemplo en
una oficina.
El aguaribay o pirul es el
PERDON, comprender que el obstáculo está allí por amor y no para
detenernos. Será sentir sinceramente
que deseamos modificar una visión
adquirida, que no nos pertenece y que nos ha recluido en el miedo (contracara
del amor); los “inicios” de esta palabra involucran el “dar, pasar, adelantar…
una donación, obsequio o regalo”; y entonces
todo cerró más amorosamente aún… ya que iniciar el camino hacia uno mismo,
hacia la erradicación del miedo, es un obsequio que nos hacemos a nosotros
mismos.
AMARANTO
El amaranto representa y busca
la paciencia ante el conflicto.
Aquello que se encuentra cegado
por la ira o la desesperación y hace que no se vea la posibilidad de diálogo,
puede ser regado por una lluvia suave y delicada de amaranto. Él viene a traer
la paciencia y la templanza necesaria para continuar cada una de las partes por
los respectivos caminos.
El amaranto posee la sabiduría
de los tiempos. La espera para él no
existe; el tiempo es un concepto incomprensible, ya que él reina en aquello que
se cocina a fuego muy lento. Él se degusta a sí mismo, por lo que ante un
conflicto, sabe de antemano que sólo la quietud serena podrá modificar las
partes y hacer que cada uno tome infinita cantidad de nuevos puntos de vista,
hasta llegar a la comprensión de que todo puede co-existir.
El amaranto se puede ingerir de
diferentes maneras luego de haberlo cocido, pero un ejercicio interesante para
aquellos que deseen acercarse a su sabiduría es tomar un puñado sobre un
recipiente de boca ancha y con nuestro puño cargado de amaranto, dejarlo caer
en el recipiente como fina lluvia, una y otra y otra vez; si es posible
evocando las imágenes que llevaron al conflicto. Hacerlo tantas veces como sea
necesario, e incluso varios días hasta que las imágenes se hayan diluido en el
andar de la tierra, única capaz de trasmutar nuestras desesperanzas.
El amaranto es el PERDON,
comprender que el obstáculo está allí por amor y no para detenernos. Será sentir sinceramente que deseamos modificar una visión adquirida, que
no nos pertenece y que nos ha recluido en el miedo (contracara del amor); los
“inicios” de esta palabra involucran el “dar, pasar, adelantar… una donación,
obsequio o regalo”; y entonces todo
cerró más amorosamente aún… ya que iniciar el camino hacia uno mismo, hacia la
erradicación del miedo, es un obsequio que nos hacemos a nosotros mismos.
ÁRNICA
Trabaja sobre
el sistema circulatorio y representa el FLUIR de las cosas, por eso el SANO
FLUIR DE LA SANGRE, pero también el fluir de la vida.
Comprender
esta bella flor y todo su significado es casi comprenderse a uno mismo. Una de
las cosas más difíciles para la forma de vida humana es la verdadera
comprensión del FLUIR, porque ese fluir tiene implícito el aceptar, perdonar y
liberar; el no control y no juicio, por eso esta planta trabaja desde ese lugar
y ayuda a que se vivan con amor y armonía los procesos donde la persona tiene
que avanzar, soltando y aceptando su propia evolución.
Tenerla
presente en un ramo en el ambiente en el que vivimos es muy provechoso y
amoroso. De todas maneras, usarla en cocción para ser bebida o en compresas
según se trate de la especie de flor amarilla o morada respectivamente. (El
“proceso de sanación” se aplica enteramente a esta generosa planta).
Si hablamos
del árnica morada, es la que utilizaremos en forma “externa” y podemos
aplicarla sobre la piel. Haciendo una cocción con las flores y las hojas,
embebemos una toalla con el líquido a temperatura tibia-natural y la colocamos
sobre la zona afectada. En el caso de la flor amarilla, podemos ingerirla en
forma de infusión; calentando agua casi al punto de ebullición y colocándola
sobre flor y hojas, fuera del fuego. Podemos tomar hasta 3 tazas diarias.
El árnica es LIBERACIÓN, ARMONÍA; el estado perfecto de las cosas, que hace que no
haya trabas, oscuridades, ni miedos. La
armonía es una música bella que acompaña y condimenta el funcionamiento de toda
la MARAVILLA. Cuando dejas que ocurra… que la armonía colme tus días, todo se
facilita. LIBERACIÓN, es la facultad del ser humano de desarrollar una acción según su propia voluntad; cancelación o caducidad de las
cargas = ARMONÍA.
AVENA
Ella es la REPARADORA
desde lo maternal, una especie de resiliente (capacidad de sobreponerse a
períodos de dolor emocional o situaciones adversas, reconstruyendo vínculos) de
todo lo que existe.
Es suave y
constante. Ella comprende que a veces las emociones mal atendidas y entendidas
dejan huellas inclusive ocultas y guardadas en lugares recónditos de nosotros
mismos. Por eso todo lo que no pueda sanarse con otra forma de vida, ella viene
para quedarse, la avena tiene TIEMPO y se lo toma para hacer viajes internos por
nosotros mismos en un ir buscando con infinita sabiduría donde quedó registrado
el dolor o la cicatriz.
Ella sabe del
TIEMPO SIN TIEMPO en que deben ocurrir las cosas. Ella está permanentemente
conectada a la CREACIÓN DEL UNIVERSO y comprende que los humanos, la mayoría de
las veces, nos perdemos en ese concepto, aceptando intelectualmente pero sin
que la sanación sea real, entonces el síntoma vuelve a aparecer.
Cuando se
trabaja con AVENA sólo se pide que se tenga constancia, que se use todo lo
necesario para que nada quede sin “tener la oportunidad” de haber pasado por
“el escaneo” del amor que todo lo sana.
Ella se queda
“en el abrazo” todo lo que nosotros podamos comprender y MAS… infinitamente más
tiempo e incluso de una forma que no siempre será comprensible y ciertamente no
será necesario comprenderlo… sólo SENTIRLO.
Cuando se ha
perdido un embarazo naturalmente o provocado, es bueno que en forma consciente
se tome leche de avena durante varias semanas para sanar el inmenso dolor de la
perdida. También se pueden hacer compresas (*) y poner sobre el vientre, para
sanar la ZONA desde lo energético, incluso con unas gotas de aceite de rosas o
unos pétalos de rosa blanca.
(*) hervir en un litro de agua, 5 o 6 cucharadas de avena,
cuando haya hervido, apagar y dejar reposar. Esperar a que baje un poco la
temperatura y aún caliente-tibio, agregar unos 10 o 12 pétalos de rosas
blancas. Tapar el jarro o recipiente para que el vapor haga que los aceites de
la rosa queden en el agua. Dejar entibiar hasta tolerar el calor en la piel
(debe quedar de tibio a natural). Colar y colocar en el agua sola, una toallita
o trapo de algodón, embeber y usar sobre el vientre en la zona de la matríz,
por unos minutos de 10 a 30 minutos por día repitiendo durante una semana completa
como mínimo.
Si hubo algo
traumático sobre la piel, una comprensa de avena con leche y agua, y unas gotas
de miel y rosas blancas, también ayudará a la sanación de la piel.
Cuando la piel
esté ausente de caricias (no de las anheladas de un ser que está fuera de
nuestra vida, sino cuando nos sentímos solos, que en definitiva es sentirse
lejos de uno mismo), esta compresa ayudará al proceso de volver a amarnos y
acariciarnos, nuestra piel quiere sentir el amor desde la caricia y esta es una
buena forma de comenzar el camino hacia un amor sano y permanente hacia
nosotros mismos.
Las rosas
blancas y rosadas, junto con la avena sirven para trabajar el cáncer en todos
sus niveles y sobre todos los órganos.
El avena es el PERDON,
comprender que el obstáculo está allí por amor y no para detenernos. Será sentir sinceramente que deseamos modificar una visión adquirida, que
no nos pertenece y que nos ha recluido en el miedo (contracara del amor); los
“inicios” de esta palabra involucran el “dar, pasar, adelantar… una donación,
obsequio o regalo”; y entonces todo
cerró más amorosamente aún… ya que iniciar el camino hacia uno mismo, hacia la
erradicación del miedo, es un obsequio que nos hacemos a nosotros mismos.
AZAFRÁN
Es el hilo dorado y divino de
la vida, lo que nos mantiene unidos a la Fuente pero libres de todo. Es el hilo
que jamás se rompe, es aquello que aún debe continuar viviendo. Es el
visualizar lo que siempre estuvo presente y siempre fue cimiento sólido.
La enseñanza del azafrán es
sobre aquello que debo seguir, sobre el camino de crecimiento espiritual que no
debo olvidar.
Soltar culpas, perdonar y
perdonarme para ligera y liviana seguir el sendero. El sendero del Medio.
Es volver a CREER. Aquel
momento frágil y fugaz en el que la vida parece escaparse, el azafrán viene a
decir, que aún hay mucho que hacer y que nuestra existencia es vital para la
perfección del Universo. El azafrán ilumina el momento y fortalece.
Para asociarnos a su energía es
vital comunicarnos en un inicio con su presencia, podremos hacerlo dejando
durante una semana un recipiente abierto con unos 25 a 30 estigmas en un
ambiente que solamos habitar, también puede ser al lado de nuestra cama en la
hora del sueño, ya que no es invasivo, su suavidad acompañará el sueño con
total delicadeza.
Luego de esa semana con esos
mismos estigmas de la flor del azafrán, realizaremos una bebida con un litro de
agua, realizando un hervor y dejando que se asiente luego. Cuando esté frio o
natural, podremos colarlo y beber esa agua en cuatro vasos durante un día. Lo
bueno será que luego con el azafrán que hayamos colado y sin nada de agua lo
mezclaremos en una crema neutra (sin perfumes, puede ser crema de coco) y luego
de 24 horas de haber realizado la mezcla, la utilizaremos para frotar en todas
las partes del cuerpo que consideremos afectadas en ese momento de nuestra
vida.
Toda nuestra piel estará
agradecida, hagámoslo en forma consciente en las sienes, el vientre, los
riñones, el centro del pecho (a la altura del esternón), nuestras piernas, manos
y pies.
El azafrán trabaja el PERDON,
comprender que el obstáculo está allí por amor y no para detenernos. Será sentir sinceramente que deseamos modificar una visión adquirida, que
no nos pertenece y que nos ha recluido en el miedo (contracara del amor); los
“inicios” de esta palabra involucran el “dar, pasar, adelantar… una donación,
obsequio o regalo”; y entonces todo
cerró más amorosamente aún… ya que iniciar el camino hacia uno mismo, hacia la
erradicación del miedo, es un obsequio que nos hacemos a nosotros mismos.
AZAHARES –
MILENRAMA – JAZMINES
Todas estas
flores blancas trabajan la alegría, en mayor grado el azahar y el jazmín, y en
un grado más sutil y perdurable, la milenrama.
Para penas
añejas que dejaron tristezas profundas el azahar y la milenrama son más
efectivas y suaves, ya que el jazmín actúa cuando la decepción acaba de
ocurrir, por consiguiente sirve para limpiar un shock reciente y sacar de la
tristeza visceral esa que recién está instalándose. El jazmín se puede tener un día entero
perfumando el ambiente donde vive la persona afectada, (armar un ramo con las
siguientes proporciones: 6 jazmines y 3 rosas blancas o rosadas) recomendando
que para la hora del sueño, se quiten los jazmines de la presencia de la
persona. Al día siguiente se puede continuar el proceso dejando en la
casa-ambiente sólo un ramo de azahares y milenramas para que suavemente se
recupere la alegría.
El mezclar
rosas rosadas o blancas con los jazmines es para que luego no se active desde
el recuerdo-olfativo al jazmín con ese hecho que ocurrió, lo que provocó la
tristeza. Al regar la memoria con el perfume de la rosa también, se estará
apelando a que el perfume del jazmín sea siempre un buen recuerdo y siempre
sanador cuando se lo necesite.
Bebidos en
infusión actúan de la misma manera y para ingerir directamente la flor,
recomendamos la milenrama que es la más sutil y suave de todas. Pueden
ingerirse también las otras pero serán preferibles en infusión o azúcar floral.
Ellas representan el PERDON,
comprender que el obstáculo está allí por amor y no para detenernos. Será sentir sinceramente que deseamos modificar una visión adquirida, que
no nos pertenece y que nos ha recluido en el miedo (contracara del amor); los
“inicios” de esta palabra involucran el “dar, pasar, adelantar… una donación,
obsequio o regalo”; y entonces todo
cerró más amorosamente aún… ya que iniciar el camino hacia uno mismo, hacia la
erradicación del miedo, es un obsequio que nos hacemos a nosotros mismos.
Azúcar Floral:
se prepara colocando en la licuadora azúcar blanca común con pétalos secos de
la flor que elijamos y procesarlos juntos hasta que los pétalos queden
integrados y triturados y el azúcar reducida a polvo (azúcar glass o
impalpable).
BUGAMBILIA
La bugambilia
representa lo femenino, aquello que está preparado para recibir, para gestar,
pero haciéndolo desde la “elección”, en los procesos donde debamos gestar
proyectos, vida, sueños, la buganvilia viene a ayudarnos a decidir desde un
lugar sabio donde nuestro ser femenino se tomará el tiempo necesario para
lograrlo, pero eligiendo por quién deseamos ser “regadas”.
Evidencia
nuestra femineidad, nos da belleza, misterio, profundidad e inclusive
atracción.
La bugambilia
actúa por presencia y es bueno que nos acompañe durante el sueño o si tenemos
un altar dentro de nuestra casa, también es bueno que esté adornado por esta
lindísima y generosa flor.
Ella
representa aquello que además debe ser aceptado y liberado. Aceptar
será confiar, entregarse, cerrar los ojos y saber que merecemos lo que ocurrirá
porque eso será lo mejor que puede
ocurrirnos. Confiar que Dios, el
Universo, los Maestros, los Ángeles, están allí, todo el infinito tiempo
“cuidando nuestras espaldas”. Algo bueno
va a ocurrirnos, algo que no tendrá oposición y que recibiremos voluntariamente
como acto de fe en la observancia de nuestro proceso para volver a vibrar con
la sana inocencia del niño que nos habita… y en ese instante, la LIBERACIÓN, el
estado perfecto de las cosas, que hace que no haya trabas, oscuridades,
ni miedos. Esa liberación es la facultad del ser humano de desarrollar una acción según su propia voluntad; cancelación o caducidad de las
cargas = ARMONÍA.
CACAO
El cacao da
calor y libera tras lo amargo. Ofrécelo tostándolo y si fuera necesario
dosificar su amargura, hazlo con canela; si además fuera preciso, la vainilla
puede acompañar para aceptar lo femenino y materno, y en hervor con leche puede
ingerirse con miel.
El cacao solo
es una bebida fuerte que limpia pasados dolorosos, pero muchas veces borrar el
dolor drásticamente puede dejar en el cuerpo físico la misma impronta de dolor
por lo cual es casi absolutamente necesario acompañarlo con algún otro
ingrediente que nos ayude a transitar el despojarnos del dolor sin tener otra
herida visible.
Trabajar
primero los granos con mucha energía femenina y luego iniciar el proceso para
utilizarlos. La bebida que se logra en algunos casos será conveniente
“ingerirla” y en otros hacer compresas, sobre
todo cuando haya en el cuerpo físico un registro de ese dolor… cicatrices
visibles de una herida que guarda registro en el alma.
Preguntar en
cada caso.
También si
luego del proceso de limpieza se necesita registrar la alegría es conveniente
agregar cáscaras de naranja. Dependerá en cada caso cuál es la emoción que
debemos rescatar y dejar registrada en el cuerpo físico para que el alma la
vivencie.
No olvidar que
así como el alma registra y confiere al cuerpo físico avisos y notificaciones
que nos dan información sobre lo que está ocurriendo, del mismo modo el cuerpo
físico puede transmitir mensajes al espíritu en forma bastante directa desde lo
consciente a lo inconsciente.
Volviendo al
cacao es más efectivo en tierras americanas y africanas, los seres que allí
viven en esta forma de vida son más propicios a sanar con el cacao, están más
propensos a aceptar su energía, aceptando también los procesos que ocurrirán al
trabajar interna o externamente con él.
En el caso de
seres nacidos a esta vida en tierras europeas, acompañarlo SIEMPRE de un
catalizador como la canela, la avena, la naranja, la vainilla o el centeno (en
caso de almas nórdicas). En el caso de Oriente, es poco probable la utilización
del cacao pero como comprenderán aparecerán casos donde sí se lo pueda
utilizar.
Puede
ofrecerse en general desde la aromaterapia, pero hacerlo tostándolo (no a fuego
directo), y luego en cocción con agua. Usar batidor para lograr la mejor
integración y que los aromas pueblen el lugar. Puede también usarse en hornillo
el agua de esa cocción.
Representa el PERDON,
comprender que el obstáculo está allí por amor y no para detenernos. Será sentir sinceramente que deseamos modificar una visión adquirida, que
no nos pertenece y que nos ha recluido en el miedo (contracara del amor); los
“inicios” de esta palabra involucran el “dar, pasar, adelantar… una donación,
obsequio o regalo”; y entonces todo
cerró más amorosamente aún… ya que iniciar el camino hacia uno mismo, hacia la
erradicación del miedo, es un obsequio que nos hacemos a nosotros mismos.
CAFÉ
El café
endulza situaciones en las que hemos
quedado “aletargados”. Cuando luego de una tristeza profunda, el alma queda
como anestesiada de dolor, el café trae la dulzura que se instala para
quedarse. Es volver a CREER con un infinito deseo de vivir vibrando con alegría
y en libertad. Sirve también para cuando hubo procesos de “chantaje emocional”
y el alma siente que no puede volver a confiar. Renueva los votos en los
procesos del CREER y el AMAR sanamente.
El CREER en
las emociones está vinculado a una especie de contrato que no se escribe ni se
firma, sino que queda establecido a través de miradas, momentos, silencios,
presencias y abrazos. Cuando algo de todo esto se rompe, cuando una emoción que
se vivió a través de un silencio “toma cuerpo” y no es lo que se había
preestablecido, sobreviene la tristeza y la desconfianza. La mayoría de las
veces esto ocurre porque nosotros mismos nos refugiamos en lo que deseamos
entender y entonces ese “contrato” no fue real, porque ambas partes no sentían
lo mismo. Por este motivo el café también trabaja en la reparación con uno, en
no “estafarnos” a nosotros mismos.
El café representa el
LIBERAR es
ARMONÍA; el estado perfecto de las
cosas, que hace que no haya trabas, oscuridades, ni miedos. Esa liberación es
la facultad del ser humano de desarrollar una acción según su propia voluntad; cancelación o caducidad de las cargas =
ARMONÍA.
Si bien al preparar un buen café estaremos percibiendo su aroma, pero
para trabajar conscientemente la situación del “chantaje emocional” y el
“liberar”, será preciso que sólo trabajemos con el aroma y no con la ingesta
del café; por lo cual será propicio que dejemos en el ambiente en el que estamos
cotidianamente un recipiente grande abierto con granos de café, durante el día
(NO POR LA NOCHE). Además una vez al día y durante 3 días haremos un trabajo de
vaporización, colocando en un recipiente grande con buena capacidad, un puñado
de granos de café y sobre él agua hirviendo. Colocar nuestra cara lo más cerca
posible de la superficie del agua para aspirar el vapor de café y cubrir
nuestra cabeza con una toalla para que no se pierda nada del aroma ni del
vapor.
CANELA
Representa el
calor literal que los humanos necesitan, el del contacto físico, y esto lo hace
con mucha suavidad y amorosidad.
La
canela representa el aceptar,
lo cual implica el confiar, entregarse, cerrar los ojos y saber que merecemos
lo que ocurrirá porque eso será lo mejor
que puede ocurrirnos. Comprendiendo
esta aceptación, entenderemos que cuando hablamos de la canela y de su misión,
respecto a la amorosidad en el contacto físico, podrá ocurrir que la persona a
tratar haya pasado por una experiencia traumática en este contacto o que lo
esté anhelando por infinidad de razones que se pueden relacionar con la
soledad; en cualquiera de los dos casos, el fin es el mismo, RESTITUIR el
amable contacto con la piel (y todos los cuerpos etéricos) de otro Ser.
Es prudente
dosificar su uso en cuanto a las cantidades y el tiempo; no porque haya que
restringirla o sea peligrosa, sino porque según lo que estemos necesitando
sanar, puede resultar adictiva desde la aromaterapia. (Sería lo contrario del
jazmín que puede producir posteriormente un rechazo). En este caso, lo que
estamos sugiriendo es dejar la puerta abierta para volver a utilizarla todas
las veces que sea necesario.
Actúa también
sobre la libido femenina, ayudando a recuperar el sentido del placer y del gozo
en el arte de compartir el amor físico en plenitud, sin pudores y con alegría.
Se la puede
usar quemándola como incienso, en infusión o en hornillo. También podemos
tostarla cuando se deba compartir con alguna semilla.
CENTENO
Representa la
capacidad de alimentar desde el amor; es la representación del alimento materno
hecho grano. Da calor de hogar, de cobijo, de caricia. Siembra sueños y
mantiene el amor de familia sin chantajes emocionales. Ayuda a que las familias
comprendan en qué tiempo deben permanecer unidas para el desarrollo y
crecimiento de cada uno de sus miembros y cuando esas mismas familias deben
dejarlos volar.
En las
culturas de Europa del norte donde el desapego parece vivirse con cierta
cotidianeidad, el centeno refuerza los lazos a nivel inconsciente. En esas
culturas, el centeno vibra diciendo que los largos brazos del amor pueden
llegar a cualquier rincón de este Universo. Tal vez esta creencia ancestral haya
producido un alto consumo de este grano, que ha favorecido la conservación de
los clanes a través de las distancias, los mares y los climas poco benignos. El
centeno les recuerda que los lazos de amor son más profundos que la sangre, y
que el “ser parte del Todo” es lo único que no debiéramos dudar.
Representa
aquello que además debe ser aceptado y liberado. Aceptar
será confiar, entregarse, cerrar los ojos y saber que merecemos lo que ocurrirá
porque eso será lo mejor que puede
ocurrirnos. Confiar que Dios, el
Universo, los Maestros, los Ángeles, están allí, todo el infinito tiempo
“cuidando nuestras espaldas”. Algo bueno
va a ocurrirnos, algo que no tendrá oposición y que recibiremos voluntariamente
como acto de fe en la observancia de nuestro proceso para volver a vibrar con
la sana inocencia del niño que nos habita… y en ese instante, la LIBERACIÓN, el
estado perfecto de las cosas, que hace que no haya trabas, oscuridades,
ni miedos. Esa liberación es la facultad del ser humano de desarrollar una acción según su propia voluntad; cancelación o caducidad de las
cargas = ARMONÍA.
CLAVO DE OLOR
El clavo llega
para SECAR. Seca todo aquello que se haya “pasado de humedad”, cuando hayan
comenzado procesos de “pudrición” el clavo seca, hace desaparecer lo húmedo que
provoca el hongo de la desesperación, la oscuridad de pensamiento, de la
victimización. Es ideal para trabajar la figura de la víctima.
La víctima es
una figura difícil, ya que es la damnificada y a la vez suele retroalimentarse
de esta energía para no salir de su propio estado de dependencia, por esto el
clavo propone la ACEPTACIÓN de las situaciones.
Aceptar será confiar, entregarse, cerrar los ojos y
saber que merecemos lo que ocurrirá porque eso será lo mejor que puede ocurrirnos.
Confiar que Dios, el Universo, los Maestros, los Ángeles, están allí,
todo el infinito tiempo “cuidando nuestras espaldas”. Algo bueno va a ocurrirnos, algo que no
tendrá oposición y que recibiremos voluntariamente como acto de fe en la
observancia de nuestro proceso para volver a vibrar con la sana inocencia del
niño que nos habita. Esto es lo que tiene que recuperar “la víctima”, su estado
de inocencia, para volver a la emoción del niño que no identifica el peligro.
Es importante
cuando trabajamos con clavo esta situación, dejar actuar el tiempo correcto,
que no deberán superar los diez días, en los casos más extremos, ya que puede
ser menos. Luego combinar con lavanda que ayudará a “hidratar y descansar” el
haber dejado esa emoción. Después de la
victimización se debe intentar un período de descanso, de silencio, para
reencontrarse con uno mismo, ya que la vuelta del clavo puede dejarnos como
“aletargados y sin saber quiénes somos” y sin comprender hacia dónde vamos.
Para eso la
lavanda viene a ayudarnos en un sueño reparador que a la vez limpia, para luego
despertarnos en nuestro eje.
Es conveniente
incluso terminar este proceso con azafrán (también puede usarse a la vez –
juntos – romero y cáscara de limón) que pondrá claridad en quienes somos en
realidad, esto sólo para cerrar amorosamente el aceptarnos y dejar ir a la
víctima.
¿Cómo lo
hacemos?
El clavo puede
tenerse en algún recipiente expuesto en el ambiente que habitamos
cotidianamente, pero además será propicio prepararnos un té chai suave para
acompañar el proceso, tomando 1 o 2 tazas diarias, según sea nuestra
aceptación.
TE CHAI:
prepararlo sólo con agua, más 1 cuchara de té negro en hebras, 3 clavos, 1 rama
de canela (no usar jengibre ni cardamomo para no “irritar” el proceso) y unos
trozos de cáscara de naranja.
Después del
período recomendado de clavo, de hecho, durante el último día de consumo de
clavo, colocar en la casa un ramo de lavanda. Al día siguiente cuando ya
quitemos el clavo y aún dejemos la lavanda presente en el ambiente, prepararnos
una almohadilla de lavanda para descansar mínimo una hora (ALMOHADILLA:
preparar una bolsita de tela que puede rellenarse con sésamo y 1 cuchara de
flores secas de lavanda. El tamaño de la almohadilla debe abarcar los dos ojos
y colocarla sobre ellos).
Para los que
se animen a algo más, es muy amoroso y ayuda a un sueño más reparador y suave,
preparar una “funda de almohada” con doble tela y entre medio colocar flores
secas de lavanda.
Después de dos
días de este proceso (si usamos sólo funda de almohada, puede ser más días),
prepararnos una pasta de azafrán con unos cuantos estambres triturados, que
colocaremos en alguna crema suave neutra SIN PERFUMES (puede ser también un
aceite neutro) y colocar antes de ir a dormir, un solo día un punto en el
tercer ojo (entrecejo) y otro en el plexo.
COCO
Representa la
alegría y puede trabajarse en paralelo con la naranja, aunque el coco provoca
también movimiento. Es la alegría que necesita que nos sacudamos para poder
expresarse, mientras que la naranja es más sutil y trabaja sobre el ambiente en
el que vivimos, logrando que no se extinga. El coco trabaja directamente con el
Ser. Provoca movimientos literales que nos ayudan a sacudir telas de araña de
pensamientos nocivos y sobreviene la alegría espontánea. Es bueno trabajarlo
junto con la naranja porque el coco es menos perdurable, provoca la acción y
termina, en cambio si estamos combinándolo con la naranja, la energía continua
trabajando… lo momentáneo se transforma en perdurable trabajando lo tangible y
lo sutil.
La alegría y
el movimiento que nos propone el coco, no es una emoción híbrida, es la
propuesta concreta de aceptar una situación y liberarla, ya que no podemos
crecer y evolucionar si nos quedamos detenidos en ese instante de nuestras
vidas.
Si bien
podemos consumir coco, pero es conveniente que se trabaje teniéndolo en el
ambiente que solemos habitar. Actúa por presencia más que por ingestión.
Representa
aquello que además debe ser aceptado y liberado. Aceptar
será confiar, entregarse, cerrar los ojos y saber que merecemos lo que ocurrirá
porque eso será lo mejor que puede
ocurrirnos. Confiar que Dios, el
Universo, los Maestros, los Ángeles, están allí, todo el infinito tiempo
“cuidando nuestras espaldas”. Algo bueno
va a ocurrirnos, algo que no tendrá oposición y que recibiremos voluntariamente
como acto de fe en la observancia de nuestro proceso para volver a vibrar con
la sana inocencia del niño que nos habita… y en ese instante, la LIBERACIÓN, el
estado perfecto de las cosas, que hace que no haya trabas, oscuridades,
ni miedos. Esa liberación es la facultad del ser humano de desarrollar una acción según su propia voluntad; cancelación o caducidad de las
cargas = ARMONÍA.
CHILES SECOS
Los chiles
siempre ayudarán en los procesos de recuperar la pasión carnal o por talentos desencontrados. Es muy profundo lo que ocurre por lo que no
es conveniente usarlos si no es ciento por ciento necesario.
La pasión es
lo contrario de la INERCIA por lo que los chiles ayudan a dar un gran “sacudón”
al espíritu cuando la inercia y la abulia se hayan instalado en nuestras vidas.
Es conveniente
hacer un estudio lo más integral posible del ser que los está necesitando para
comprender qué se debe usar luego del chile. En este caso y con el “alma del
chile” será mucho más importante el “después” que el “mientras tanto”.
Cuando
tengamos claro hacia donde se debe despertar y “hacer mirar” a ese ser que
necesita “el despertar”, usar los chiles sabiendo que inmediatamente hay que
“cicatrizar” el sacudón con una gran cantidad de algo fresco y reparador como:
avena, arroz o pepino.
¿Cómo usarlos?
Colocar en
hornillo con agua y aceite de rosas dos chiles de árbol partidos y con sus
semillas, dejándolos por tres o cuatro horas donde está la persona a tratar.
Mantener el agua y el aceite en proceso de evaporación del tiempo citado. Luego
ofrecer a la persona, una leche de avena, almendra o arroz y una ducha o baño
con jabón o esencia de rosas y/o naranja para mantenerla despierta pero desde
el amor.
Serán
extraordinarios los casos en los que haya que repetir este proceso, pero de
hacerlo y necesitarlo, repetir todo pasadas setenta y dos horas (no antes, ni
tampoco después).
Puede
ofrecerse también los chiles en los ambientes, pero son muy movilizadores. En
las casas donde están expuestos compartiendo las energías humanas
cotidianamente, todo está en permanente movimiento. Es bueno para el “NO
ESTANCAMIENTO”, pero no recomendable para cuando se deben asentar aprendizajes
y procesos de observación y sanación. Es bueno en esos casos, luego, quitar los
chiles, guardándolos en un frasco de vidrio bien limpio y cerrado; colocar en
el mismo ambiente donde estuvieron: vainilla, madera de sándalo, palo santo o
unos días con hornillo con aceite de benjuí.
Estar muy
atentos siempre con la utilización del chile.
Los chiles
verdes dan un despertar más fresco pero su intensidad queda más grabada que con
los rojos y la impronta buscada dejará rastro.
Recordar que
los chiles siempre serán para una utilización extrema, casi un último recurso,
cuando ya se hayan probado otras posibilidades.
Representan
la LIBERACIÓN, el
estado perfecto de las cosas, que hace que no haya trabas, oscuridades,
ni miedos. Esa liberación es la facultad del ser humano de desarrollar una acción según su propia voluntad; cancelación o caducidad de las
cargas = ARMONÍA.
DIENTE DE LEON
Cuando estemos viviendo
una situación que debemos liberar, se trate de una decisión o de una persona y
tengamos la sensación de que “el otro” está aferrado a nosotros y nos resulta
difícil el accionar hacia el NO, ingerir una ensalada de hojas de diente de
león con los pétalos de sus flores será la “limpieza abrasiva” que se lleve el
sentimiento de culpa al establecer el límite.
La ensalada la
condimentaremos con jugo de limón y de naranja y unas gotas de aceite, SIN SAL.
Podremos comerla dos o tres días seguidos, no hará falta más. Y será bueno
dejar en la casa un ramo de diente de león por un período mínimo de una semana.
Representa la LIBERACIÓN, el
estado perfecto de las cosas, que hace que no haya trabas, oscuridades,
ni miedos. Esa liberación es la facultad del ser humano de desarrollar una acción según su propia voluntad; cancelación o caducidad de las
cargas = ARMONÍA.
GIRASOL
La palabra con esta semilla es UNIÓN.
Todo aquello
que ha sido desunido por la incomprensión, por la ceguera del ego, debe ser
sembrado de paz y alegría para volver a ser “uno solo”. No estamos hablando de
la unión forzada de personas o aquellas empresas que se definan desde el ego,
sino del amor que reina sobre todas las cosas.
El girasol es
el círculo perfecto del amor. Es “llevar la palabra” de la paz y la comprensión
en aquello que fue forzado a separarse.
Alimenta un
pueblo con girasol y entenderás la tolerancia. Es tiempo de girasoles
iluminando el camino de lo que ya ha
llegado. Si aún crees que estás separado del TODO, siémbrate de girasol,
consume girasol, riega tu espacio de girasol y recordarás lo esencial de
aquello que está unido por siempre, sin necesidad de la fuerza, porque la
verdadera fuerza es aquello que en libertad reina unido.
HINOJO
El hinojo, el
kummel y el anís ayudan a trabajar los sueños. Cuando queremos hacer un trabajo
de reparación y tomar datos de nuestros sueños es propicio que quememos
semillas de estas tres plantas en el cuarto donde dormiremos. Es conveniente
hacerlo una o dos horas antes del sueño para que perdure su aroma consumido por
el fuego… y no tanto la quema en sí. También podemos recurrir a bolsitas con las tres semillas debajo de la almohada.
Si lo que
buscamos es provocar sueños que nos den información y hacer un trabajo de
“investigadores” con el sueño, es conveniente hacer la quema dos horas antes y
en el momento de irnos a dormir colocar un recipiente con ajonjolí y una
obsidiana cerca de la cabecera de
nuestra cama (en una mesa de luz, por ejemplo). Si deseamos continuar con este
trabajo, a un nivel de búsqueda de
información planetaria o universal, luego de haber trabajado el ajonjolí,
podemos cambiarlo por un trozo de rizoma de jengibre, agua y la obsidiana; en
este caso se recomienda dejar 2 o 3 días de descanso entre el ajonjolí y el
jengibre.
El hinojo, el
kummel y el anís siempre trabajan por presencia y en aromaterapia, podemos
ingerirlo pero no tendrá ningún efecto como los mencionados.
Representan
aquello que debe ser aceptado y liberado. Aceptar
será confiar, entregarse, cerrar los ojos y saber que merecemos lo que ocurrirá
porque eso será lo mejor que puede
ocurrirnos. Confiar que Dios, el
Universo, los Maestros, los Ángeles, están allí, todo el infinito tiempo
“cuidando nuestras espaldas”. Algo bueno
va a ocurrirnos, algo que no tendrá oposición y que recibiremos voluntariamente
como acto de fe en la observancia de nuestro proceso para volver a vibrar con
la sana inocencia del niño que nos habita… y en ese instante, la LIBERACIÓN, el
estado perfecto de las cosas, que hace que no haya trabas, oscuridades,
ni miedos. Esa liberación es la facultad del ser humano de desarrollar una acción según su propia voluntad; cancelación o caducidad de las
cargas = ARMONÍA.
HONGOS
Representan
algo primitivo que jamás podrá extinguirse, son algo más antiguo que la
semilla, son la espora de los inicios, y vienen a recordarnos a través de su
ingestión que cuando todo se ha desvirtuado, torcido, bloqueado, sólo podemos
volver a nosotros mismos por medio del silencio que evocará el vientre del que
vinimos. Su “cosmogonía” es muy amplia y nos develan todo tipo de inicios,
haciendo referencia a aquello que comienza iluminado y próspero, como también
lo que se inicia desde la oscuridad y resiste al cambio.
Ingerirlos nos
propone, rever los inicios de algo o de nosotros mismos. Reconocerlos, aprender
de ellos y de su infinito mundo de posibilidades es estar atento y en comunión
al inicio de los tiempos, respetando toda forma de vida.
Son una
maravillosa forma de vida, que nos invita a reflexionar sobre aquello que es
diferente y da vida. Son TOLERANCIA.
JACARANDA
La flor del
jacaranda con su suave tono liliáceo nos recuerda que está obrando ya en
nosotros la transmutación de lo evolutivo. Cuando estamos dudando sobre ese
proceso de evolución que nos ocurre, podemos usar su presencia para
reconfortarnos en el comprender que ese trasmutar suele ser con caídas y
desasosiegos, pero ellos siempre son el no adaptarnos a lo nuevo y quedarnos en
la “comodidad” de la vieja creencia.
Somos un
brillante manojo de flores de jacaranda que está en un bello cambio y eso es lo
que debemos aceptar. Cada incomprensión del proceso podrá ser regada de flores
de jacarandá para alivianar las cargas, porque realmente ellas, no existen.
Somos nosotros los que seguimos creyendo que los procesos de aprendizaje y
cambio deben darse desde el dolor. Sólo el amor riega nuestros pies,
aceptémoslo y avancemos.
JENGIBRE
El jengibre es
viento, por consiguiente, limpia, trae respuestas, y a veces trae nubes, por lo
que hay que usarlo dosificado y observando los procesos que con él ocurren.
Para que los
procesos a trabajar sean más suaves, se lo puede trabajar junto con la canela.
El jengibre es como un viento caliente y fresco a la vez; es como el viento de
verano, pero cerca del mar.
Es maravilloso
poder trabajarlo conscientemente en la
búsqueda de respuestas o trabajos psíquicos y para los seres que ya estén en el
camino de evolución que les permita trabajar en otros niveles de consciencia,
se lo puede usar colocándolo en un pequeño recipiente con agua y junto a una
obsidiana. El trabajo de la piedra y el jengibre es muy profundo, y también muy
alentador poder usar diferentes formas de vida de nuestra maravillosa vida
terrestre.
Se sugiere
llevar un registro de este trabajo y realizarlo con determinada frecuencia.
Hacer un trabajo consciente y prolijo para obtener información que sirva al
beneficio de la mayoría. Por el mayor bien de todos.
Representa
aquello que debe ser aceptado y liberado. Aceptar
será confiar, entregarse, cerrar los ojos y saber que merecemos lo que ocurrirá
porque eso será lo mejor que puede
ocurrirnos. Confiar que Dios, el
Universo, los Maestros, los Ángeles, están allí, todo el infinito tiempo
“cuidando nuestras espaldas”. Algo bueno
va a ocurrirnos, algo que no tendrá oposición y que recibiremos voluntariamente
como acto de fe en la observancia de nuestro proceso para volver a vibrar con
la sana inocencia del niño que nos habita… y en ese instante, la LIBERACIÓN, el
estado perfecto de las cosas, que hace que no haya trabas, oscuridades,
ni miedos. Esa liberación es la facultad del ser humano de desarrollar una acción según su propia voluntad; cancelación o caducidad de las
cargas = ARMONÍA.
LAUREL
Representa el
alma de las cosas. Cuando no recordamos quienes somos, para qué hemos venido,
porqué y para qué elegimos el entorno en el que nos hallamos, el laurel produce
una conexión inmediata que nos remonta al momento en que nos prometimos seguir
el sendero y volver a nosotros mismos cada vez que estuviéramos “lejos de
casa”.
Es muy
provechoso hacer una cocción con sus hojas y darnos un baño de inmersión o
cubrirnos de agua tibia de laurel desde la cabeza a los pies; para que haya un
trabajo evolutivo de este “volver a nosotros mismos”, durante un período de un
mes tengamos ramos de laurel en la casa, en los ambientes que más frecuentamos,
y durante ese período día por medio nos daremos el baño recomendado.
Una
interesante observación, es recordar que el laurel ha sido por mucho tiempo
símbolo de ula victoria, sobre todo para el pueblo romano o el griego,
colocándolo en la cabeza de los vencedores. La imagen es real, si la entendemos
como la coronación de esa victoria que nos lleva a mostrar nuestra verdadera
alma y cuál es el camino, entendiendo que sólo a nosotros mismos debemos
“enseñarnos” esa victoria.
Si en ese
estar “lejos de casa”, también está involucrando un sentirnos alejados de
nuestro eje y sobre todo de nuestra vida terrestre, será conveniente sumar al
ramo de laurel, una pequeña rama de romero, que ayudará a enraizar en nosotros
mismos. Si por otra parte esta sensación estuviera preocupándonos al punto de
comenzar períodos de insomnio, será propicio, hacer una cocción de hojas de
laurel y cuando haya hervido, dejarla entibiar, agregándole un puñado de flores
de lavanda. Cuando la temperatura sea suave, entre tibia y natural, sumergir en
esa agua una toalla del tamaño suficiente, como para cubrirnos el rostro, quitar el exceso de líquido y colocarla
cubriéndonos toda la cara, si sentimos que se enfría muy pronto, volver a
calentar el líquido de cocción y repetir la operación un poco más tibia. Esto
lo haremos antes de la hora del sueño nocturno.
LAVANDA
La lavanda
induce sueños reparadores, que según su intensidad y cantidad pueden ser muy
fuertes. Ese sueño es el que ayuda a reparar después de haber SOLTADO un
proceso profundo, una perdida literal que se haya provocado o que ocurriera en
forma natural.
La lavanda nos
ayuda a reparar desde el silencio del sueño y el descanso. Es como un abrazo en
el que nos dormimos, pero con la gran ventaja de ser un “autoabrazo”.
Experimentar
el letargo de la lavanda siempre es bueno, es magia pura, ya que no hay forma
de despertarnos mal de ese sueño. También puede convertirse en un sueño
premonitorio o de los que trae información, para eso pondremos bajo nuestra
almohada al ir a dormir una bolsita (de tela) con flores de lavanda, semillas
de amapola y 1 o 2 hojas de salvia de cualquier familia, además unas cuantas
flores directas sobre la cama.
Hacer una
pregunta concreta y dejarla por escrito al ir a acostarnos, es importante que
acompañemos el acto de magia con actos concretos como escribir la pregunta para
que nuestra mente que actúa desde actos tangibles, comprenda que será oportuno
estar atentos a la respuesta que llegará… durante el sueño o en el momento del
despertar. Podremos repetir esto durante 3 noches por lo menos. Si no tenemos
resultados, descansar 3 noches y volver a repetir.
El te de
lavanda con un poco de azúcar de lavanda, es para casos más fuertes en los que
el insomnio lleva tiempo instalado en nosotros. En todos los casos usar la
lavanda con una frecuencia determinada, luego dejar descansar y volver a
utilizar; dar descansos frecuentes, si se usó una semana, descanso una semana y
luego repito.
LENTEJAS
Representan la
tierra en forma literal y nos ayudan en los procesos de desarraigo. Cuando
hemos tenido que abandonar nuestro terruño, ya sea por la fuerza o en procesos
muy rápidos que no nos permitieron una asimilación de las emociones que se
gestaban en nosotros, las lentejas ayudan a reparar. La palabra con ellas es
REPARACIÓN DE MI SUELO.
La forma ideal
es comer un plato de lentejas hervidas con sal, si están levemente pasadas de
cocción, cuando se ponen cremosas…mejor. Este plato puede prepararse con una
hoja de laurel y unas hojuelas de romero, que le brindarán un sabor suave y
colaborarán con los procesos de enraizar en la nueva vida (que el alma recuerde
su andar, en la tierra que le toque vivir y que lo haga siendo fiel a su
esencia, más allá de la tierra que estemos pisando).
También
podremos tener un recipiente grande con lentejas en el comedor de nuestra casa
o la mesa de la cocina, que representará una “ofrenda” a la nueva tierra que
nos recibe.
…”6° - Sentarse fuera de la cocina, con un frasco de
lentejas y contarlas en silencio, una por una.
Dicen que el número que da cuando llega la persona que estaban
esperando, es el número de años felices que tendrán en su vida… Les aseguro que
querrán que la espera sea larga.
Y la
maga cocinera, finalmente despertó.
Salió de sus aposentos sin anteojos negros y con una sonrisa evidente de
que volvería a cocinar sin impedimentos afectivos ni de ningún tipo. DE NINGÚN TIPO. Ni bajo, ni gordo, ni morocho, ni rubio, ni
sapo…
Pero
si ustedes creen que todo está resuelto y que hemos llegado al “colorín
colorado”, no han aprendido nada de nada”...
LIMON:
Limpia y
desinfecta. Almicamente hace lo mismo, sobre todo cuando trabajo sobre procesos
de pensamiento adictivo que han llegado a enfermar el cuerpo físico. También
cuando las creencias y mandatos adquiridos están en profundo “quiebre o
cortocircuito” con nuestro Ser, al punto de no poder VER aquello que sí es
realmente nuestro.
Trabaja sobre LOS
OJOS DEL ALMA, ayuda a ver, a observar y a permitirnos nuevos PUNTOS DE VISTA,
por eso decimos que es un desinfectante, ya que “erradica” la infección, la
pus, lo que pudre las raíces de nuestra evolución.
Se trabaja
desde aromaterapia directamente dejando cáscaras en los ambientes donde
vivimos, pero es muy bueno, al igual que el agua de naranja (preparar igual),
limpiar ambientes y objetos que nos son cotidianos para que se DESPEJE NUESTRO
HORIZONTE.
Es efectivo
también ingerirlo, en agua, en té o jugo directo y puro, pero en ese caso no
más de 3 días, y luego continuar sólo con su “presencia aromática” para que
trabaje desde el aura y todos nuestros cuerpos sutiles.
No olvidar que
al igual que cuando trabajamos con un antibiótico para erradicar una infección,
el LIMÓN, tiene un tiempo de tratamiento que es de 10 días. Si vemos que aún
estamos aferrados a esos viejos pensamientos, luego de haber hecho el
tratamiento, debemos descansar 48 o 72 horas SIN LIMÓN en ninguna de sus
formas. En esos días de corte de tratamiento y antes de volver a comenzarlo, se
puede tener en el ambiente un recipiente con clavo, que ayuda a secar el exceso
de humedad y sobre todo aquello que “pudre nuestros pensamientos”. También se
puede esos dos o tres días tomar una taza de te chai suave cada día.
Luego repetir
los 10 días de limón.
LINO
El lino
aligera los fluidos, desde lo literal, hasta el permitir la fluidez de todo
aquello que se encuentra demorado o lento en nuestro existir.
Podemos
consumirlo directamente con algún medio líquido o yogures, o también como
aditivo de panes o galletas.
Su viscosidad
al hidratarlo, será muy bien apreciada por nuestra alma, ya que será el
mensajero ideal de todo aquello que no estamos dejando que ocurra. Será un
recordar que el camino y la misión eran propicias y que aunque haya algo que
nos detiene, sólo tenemos que “lubricarnos la piel” con su semilla para
permitirnos volver a SER FLUIDOS en esta forma de vida elegida.
En el momento
de bañarnos, es el instante ideal para un buen masaje corporal con las semillas de lino hidratadas, podemos
comenzar el baño y luego de quitarnos el jabón, masajearnos todo el cuerpo,
sobre todo las piernas con las semillas y la gelatina de su hidratación,
hacerlo en forma enérgica pero sin lastimarnos durante unos 7 u 8 minutos.
Luego enjuagarnos bien.
MAIZ
El maíz es
aceptación. Es aceptar mi sombra para conocer mi Unicidad y así elevarme hacia
el pleno estado de consciencia. Los pueblos que basan su alimentación en el
maíz tienen el desafío de avanzar sobre sus propios muertos. Entendiendo esto
como las esencias individuales, que construyen lo colectivo y se definen a sí
mismas como un solo Ser. No estamos hablando de “muerte física”, sino de
aquello que debe morir para el reconocimiento de la esencia.
Si tu estás
pasando por un proceso de no aceptación de tu sombra, es tiempo que te ayudes
con este sabio y antiguo Ser; él te ayudará a
reconocerte en cada parte y a su vez a entender que al aceptarte en tu
totalidad, estarás comprendiendo el TODO que te ha creado.
Las ofrendas
de maíz a los dioses, en todo tiempo, reflejan la Perfección que les compete,
ya que su Divinidad es el aceptar su “integridad”. Sólo aceptándote en tu
totalidad, comprenderás que lo que aún sientes como una distancia con tu
hermano, es algo inexistente. Entregarte a la enseñanza del maíz, es recordar
lo que aprendiste al elegir experimentar esta dimensión sin separarte de la
Fuente.
Consume maíz,
siembra maíz, embellécete con el maíz.
MANDARINA
La mandarina viene con una inmensa sonrisa y los ojos plenos
de alegría e ingenuidad a decirnos que vayamos a jugar, que afuera hay sol, que
la plaza está llena de mariposas y perfumes deliciosos y que toda esa maravilla
nos está esperando para volver a ser niños.
El sólo abrir una mandarina, comenzar a pelar su cascara nos
dibujará esa sonrisa que se instalará en forma permanente.
La mandarina no trabaja sólo la alegría, fundamentalmente
recupera al niño interior de cualquier tristeza, abandono, o duelo que esté
viviendo, muchas veces sin saber que lo vive. Es un “recomponer”, “restituir”
el sublime estado de inocencia. Es elegir quedarme bajo la sombra de un árbol,
descalzos, observando como una pequeña araña construye su red y saber que ese
tiempo de observación es la mágica perla que nos devolverá a la esencia de
nosotros mismos.
Nacemos siendo sanos y sabios, así comenzamos este transitar
humano; luego, se va depositando en ese niño fresco y dócil que somos, todo
tipo de mandatos, creencias, programas, miedos. Esto por supuesto, no siempre
es así, y afortunadamente, muchos niños pueden vivir sus procesos de evolución
hacia un ser adulto sano y libre, siempre que hayan sido alimentados con AMOR.
Por eso, lo que se construyó durante un lapso variable de miedos, llevará un proceso similar para “destejer” el entramado de situaciones que no nos pertenecen, pero que fuimos asumiendo como propias. Lo bueno es que todo puede hacerse. Estamos preparados para transformarnos a nosotros mismos SIEMPRE. Es cierto que sólo necesitaremos una cosa: una inmensa cantidad de amor con la que deberemos trabajar en nosotros mismos.
Algo que diferencia nuestro mundo adulto del que habitábamos cuando éramos niños, es LA DUDA; en algún momento dejamos de creer... siendo niños, podíamos creerlo todo, ahora no, eso nos expone, nos hace vulnerables y entonces nos vemos obligados a construir murallas, corazas, duras pieles que nos cubren, capa tras capa.
Por eso, lo que se construyó durante un lapso variable de miedos, llevará un proceso similar para “destejer” el entramado de situaciones que no nos pertenecen, pero que fuimos asumiendo como propias. Lo bueno es que todo puede hacerse. Estamos preparados para transformarnos a nosotros mismos SIEMPRE. Es cierto que sólo necesitaremos una cosa: una inmensa cantidad de amor con la que deberemos trabajar en nosotros mismos.
Algo que diferencia nuestro mundo adulto del que habitábamos cuando éramos niños, es LA DUDA; en algún momento dejamos de creer... siendo niños, podíamos creerlo todo, ahora no, eso nos expone, nos hace vulnerables y entonces nos vemos obligados a construir murallas, corazas, duras pieles que nos cubren, capa tras capa.
La mandarina viene a decirnos que el niño no se fue a ningún
lado y no necesita estar más “en el rincón”… no hay “peligros”, y es vital que
se exprese, juegue y lo dejemos ser libre.
MANZANA
La manzana
trabaja la ACEPTACIÓN. En los procesos de sanación profundos y sobre todo
cuando se está trabajando la pérdida de un ser querido, es bueno trabajarla
junto con la canela. Esta dupla perfecta es la mejor manera de atravesar el
desapego cuando es inevitable.
La manzana se
trabaja cortando las cáscaras y dejándolas secar al aire libre, luego pueden
tenerse en el ambiente en el que convivimos, en algún recipiente abierto con
algunas ramas de canela. Para ayudar a este proceso que es suave y algo lento,
se sugieren hacer baños de inmersión con manzana y canela, por lo menos uno
cada 48 horas durante 10 días, no más.
Cuando no se
pueda realizar el baño puede hacerse una cocción de las cáscaras de manzana con
canela y utilizarlas en el baño, aunque nos estemos duchando; en el final,
dejando que el agua corra por todo nuestro cuerpo desde la cabeza. También
sirve lavarse la cabeza y en el último enjuague quitarnos el jabón con el agua
de cocción sugerida, en varios enjuagues.
Si la persona
experimenta “deseos de partir” tras el ser querido, es muy reparador y amoroso,
sumar al baño un buen puñado de briznas de romero.
MANZANILLA
Representa el
sol, pero no el fuego o el calor que quema, sino lo permanente que da vida.
La “consecuencia” del sol sobre esta
forma de vida y todo lo que existe sobre el planeta tierra.
Purifica y
limpia desde un lugar muy amoroso y respetando procesos. No es invasiva, es
como el sol del atardecer o un sol pleno de invierno.
En té
preparada en infusión (NO HACER HERVIR. Dejar caer el agua ya hervida sobre las
flores), es bebible en todas las cantidades que deseemos.
También
podemos usar ese te para compresas y limpiar “dolores de cabeza”, “improntas en
el rostro” cuando un dolor físico de cualquier tipo nos dejó “grabado” el dolor
en la cara, en los ojos o en la mirada.
Es una planta
NOBLE. Usada en comprensas con ÁRNICA, cuando hubo golpes fuertes que dejaron
“moretón” en la piel y en el alma, ayuda a bajar con infinito amor y
recomposición la inflamación visible desde el afuera y la que reconocemos, o
no, en los adentros.
Es una planta
AMIGA que se debe tener siempre en casa y en la vida de uno.
DA ALEGRÍA con
su sola presencia y recompone, regenera, alivia los procesos donde se cree que
todo ha terminado y que no hay un mañana.
Ella viene a decirnos que SÍ LO HAY.
MENTAS Y
TOMILLO
Están ligados
a todo aquello que debe soltarse y también al medio “agua”. Por eso se usan
mucho en los procesos curativos donde aparecen gripes o resfríos, para
estimular desde un lugar fresco y propicio el “soltar”; sería algo así como
“soltar desde el ejemplo”, ya que ellas son agua. Suelto dejando que las aguas
del fluir se lleven de mi cuerpo físico aquello que ya no me permite avanzar
hacia mí misma.
Siempre
representan una limpieza fresca y efectiva. No son adictivas en cuanto a
soltar, podría decirse que son de las plantas más benévolas y amorosas y sin
efectos secundarios de ningún tipo.
De la misma
manera sirven para limpiar ambientes, refrescando energías pesadas que suelen
quedarse enquistadas en rincones, cajones u objetos que durante años están en
un mismo lugar. Tener ramos frescos o secos dentro de la casa “aliviana
situaciones” y nos da una energía “resolutiva” y de soltar para continuar.
Si estamos
hablando de limpiezas de ambientes más profundas, es recomendable llenar de luz
natural esos ambientes, hacer una limpieza literal con agua jabonosa (no
abrasiva… jabón blanco) y por último limpiar con agua de menta (se hace una
cocción de hoja de menta). Cuando el
piso o los objetos se sequen se puede barrer para “cerrar” con menta y flores
de lavanda; en este caso esparcir la menta y las flores generosamente, y dejar
unos minutos, luego barrerlas hacia afuera de la casa, pueden quedar en un
jardín o si lo que limpiamos era muy oscuro, podemos quemarlas, trasmutando la
energía.
MIRRA
Es la alegría
del alma. Es un regalo para los dioses. Ser bautizados con el aroma de mirra
humeante es una bendición que nos acompañará esta y varias vidas más.
Cuando estamos
viviendo procesos que involucran cuestiones psíquicas, de dolor por pérdida de
vidas humanas, o cuando nos preparamos a iniciarnos en la conexión con nuestro espíritu, la mirra es el regalo
necesario que nos llevará por el camino indicado.
Que haya sido
uno de los regalos que los Reyes de Oriente llevaron simbólicamente a Jesús en
su nacimiento, habla de ello.
Regálate mirra
cuando sientas que tu corazón está liberándose, que has perdonado o aceptado
aquello que tanto te costaba, en ese momento cuando descubras que has dado un
paso más hacia tu propia alma, hacia tu propia evolución, hazte el regalo de
oler su perfume intenso y mágico.
Cuando en una
casa haya habitado por mucho tiempo un enfermo, limpiar el aire de todos los
ambientes con mirra, ayudará a que todos los habitantes de ese lugar no queden
con la impronta de la enfermedad, sino que puedan trascender al proceso del
enfermo. Si inclusive, el que está pasando el proceso de cualquier síntoma que
se haya instalado “para quedarse”, admite el aroma de la mirra, aunque sea por
unos instantes, es conveniente que el cuarto que habita se limpie de energías
densas con sólo quemar un pequeño trozo de mirra y sumarle luego de la limpieza
un recipiente con agua y un ramo fresco de mentas (puede incluir tomillo u
oregano).
MOSTAZA EN
SEMILLA (negra o amarilla)
Representa lo
amargo y lo picante al mismo tiempo, viene siempre a limpiar de raíz. Cuando se
utiliza mostaza, se lleva todo, no queda nada. Hay que estar muy seguros al
usarlas.
La mostaza
actúa como si fuera una explosión, por lo que luego de usarla se debe hidratar
y suavizar el alma. Se puede ingerir
directamente con algún alimento como el caso de los chutneys o en ungüento.
El ungüento se
usa en raras ocasiones, por ejemplo, en casos de violencia física, si hubo una
separación y algún golpe que “dejó marca”, trabajar de la siguiente manera:
primero con árnica para trabajar la lastimadura física y resolver lo
circulatorio en todo sentido y luego con 24 horas de separación del tratamiento
con árnica, aplicar el ungüento de mostaza, preparado asi:
“Preparar una
crema con maicena. Hervir agua, un litro, agregar una cuchara de semillas de
mostaza y una de avena, revolviendo siempre; cuando suelte el hervor, agregar una
cuchara de maicena mezclada previamente con agua fría, revolver hasta integrar
fuera del fuego. Dejar entibiar casi hasta estado natural y aplicar directo
sobre el golpe. Dejar actuar unos 15 minutos
y retirar con agua tibia”.
NARANJA
Al igual que su
flor (el azahar), trabaja la alegría. Colocada directamente en los ambientes
los refresca y limpia provocando una energía de apertura con alegría. Esto
mismo provoca en el alma cuando la trabajamos a nivel inconsciente.
Preparar una
cocción de cáscaras de naranja y al enfriarse agregarle un poco de alcohol
medicinal de 96° (proporción: por un litro de agua de naranja, 50cl de
alcohol). Se puede tener en un cuenco en el ambiente deseado o aplicar con
rociador.
Para
trabajarla sobre el nivel vibracional del Ser, se puede beber agua de naranja
(sin alcohol) o su jugo directo, que en las mañanas provoca una limpieza
celular importante.
Además es “muy
buena compañía” de casi todas las otras especias, semillas o hierbas, ya que en
muchos casos trabaja “dosificando” aprendizajes o provocando anclajes más
amorosos. Al trabajar la apertura, es muy buena para los procesos concretos de
aprendizaje, trabajando sobre la atención a nivel profundo, directamente desde
el inconsciente.
Trae lo
inconsciente al consciente en forma suave pero efectiva: AQUELLO QUE TIENE QUE
SER ESCUCHADO, PARA QUEDARSE.
PASIONARIA
La
pasionaria representa la limpieza total de todo aquello que debe renovarse. Es
un viento del desierto que desordena para ordenar. Cuando ella pasa todo queda
despejado. Si bien suele utilizársela para el descanso mental y físico, cuando
hablamos de limpieza estamos refiriéndonos a ese descanso mental tan necesario
para continuar el camino.
Nos
aligera de aquellas emociones en las que nos hemos refugiado creyendo que así
todo va a dolernos menos, nos hace ver la realidad de una manera fresca, nos
quita el miedo y nos deja la claridad de lo que nos pertenece. Podremos
sentirla como un torbellino, pero será un gran desafío SENTIRLA en nuestro Ser,
y aceptarla para LIBERAR.
Es
todo aquello que debe ser aceptado y liberado. Aceptar
será confiar, entregarse, cerrar los ojos y saber que merecemos lo que ocurrirá
porque eso será lo mejor que puede
ocurrirnos. Confiar que Dios, el
Universo, los Maestros, los Ángeles, están allí, todo el infinito tiempo
“cuidando nuestras espaldas”. Algo bueno
va a ocurrirnos, algo que no tendrá oposición y que recibiremos voluntariamente
como acto de fe en la observancia de nuestro proceso para volver a vibrar con
la sana inocencia del niño que nos habita… y en ese instante, la LIBERACIÓN, el
estado perfecto de las cosas, que hace que no haya trabas, oscuridades,
ni miedos. Esa liberación es la facultad del ser humano de desarrollar una acción según su propia voluntad; cancelación o caducidad de las
cargas = ARMONÍA.
Actúa por
presencia, no sugerimos su ingestión, ya que puede tener efectos alucinógenos
según las cantidades que vayamos a ingerir. Si bien tener una planta de
pasionaria sería una buena solución para estar siempre “limpios” de pesados
anclajes emocionales, también nos provoca en el hogar en forma permanente, un
no “involucrarse” ya que tendremos la tendencia a liberar y limpiar siempre, en
este caso será buen ejercicio observarnos y cuando busquemos esa asociación o
compromiso con un proyecto o en una relación, equilibremos estas energías
hogareñas con mucha naranja y algo de romero, para enraizar en nosotros mismos
y así sabernos en nuestro eje. Si no
tenemos una planta en casa, simplemente consigamos unas hojas y flores de
pasionaria y reguémoslas en diferentes ambientes de nuestro hogar (no en el
suelo, consagremos su Ser y su divinidad, colocándola en recipientes en lugares
bien escogidos).
PIMIENTAS
Dentro de las
tres pimientas fruto del pimentero: blanca, negra y verde, deberemos elegir en
cada caso usar la pertinente, según lo requerido, ya que aunque son el fruto
del mismo árbol, cada una de ellas se encuentra en un diferente período de
crecimiento, y esto le da una impronta muy diferente más allá de su gusto.
La verde es el
fruto fresco y sin madurar del pimentero, la negra es ya madurada en el árbol y
la blanca, es la cosecha de la negra pasada por un proceso de lavado y salación
para perder su cáscara, quedando sólo el centro de la semilla.
La verde
molida (a mano en el momento de ser utilizada) mezclada con un chille rojo (de
árbol, sólo uno) y expuesta en un ambiente que nos resulte cotidiano, promueve
“la realización”. Es el empuje para aquello que parece estancado y necesita el
sacudir estructuras y dejar viejas creencias para ponerse en movimiento. Es más
efectivo aún si hacemos una cocción con muy poco agua y lo colocamos en un hornillo en el ambiente
elegido.
La pimienta de
Jamaica (o all spices) se puede trabajar con mucha efectividad junto con el
enebro o solos cualquiera de ambos, para “sanar y olvidar”. En aquellos
procesos donde hayamos terminado una relación o un trabajo y habiendo soltado
todo lo energético que nos mantenía unidos a ello, pero aún así, el recuerdo
“nos visita muy a menudo”… es bueno triturar estos frutos (ambos juntos o el
que elijamos) y hacer una cocción. El enebro puede convertirse en un riquísimo
te, y si no dejarlos sobre un hornillo para que su aroma “limpie y sane”.
ROMERO
Apolo, el Dios
del Sol, se enamoró de la princesa Leucothoé, hija del rey Orchano de
Babilonia, y con engaños entró en su habitación y la sedujo. Cuando el rey se
enteró, castigó a su hija por su debilidad con la muerte, enterrándola viva.
Sin embargo, Apolo con sus rayos poderosos de vida hizo que sobre su tumba
creciera un arbusto llamado Romero que no dejaba de estirar sus ramas
perfumadas hacia el sol. De este mito nació la costumbre romana de cultivar
romero sobre las tumbas, como símbolo de inmortalidad.
Entender el
romero, es como estar en contacto con lo etéreo de la Tierra. Tal vez sea un
concepto difícil de comprender, pero el romero ayuda a enraizar muy suavemente.
“NO ATA”,
ayuda a darnos cuenta cómo y de donde SOMOS.
En algunos
procesos de “desconexión” por tristezas extremas cuando estamos viviendo
trabajos vibracionales muy altos, donde casi sentimos que “no estamos en la
Tierra”, el romero “nos baja” a ella de una manera fresca, liviana, suave,
amorosa. Trabaja a un nivel sutil, pero con contundencia. NO DEJA DUDAS.
Cuando todo
nuestro Ser siente su presencia y su aroma, se conecta inmediatamente. No tiene
restricciones y podemos usarlo en forma permanente en ramos en los ambientes,
ingerirlo en alimentos (aunque lo más efectivo es trabajar con su aroma, que es
donde aguarda su mayor nivel vibracional), o en baños de inmersión, e incluso
en diluciones con alcohol.
ROSAS
Como toda flor
actúa desde el mundo de lo sutil, por consiguiente su proceder siempre tendrá
que ver con un devenir desde el mundo de lo sutil, por consiguiente su proceder
siempre tendrá que ver con un devenir desde el mundo de lo sutil. El ESPÍRITU
es el que nos habla y se nos muestra cuando trabajamos con flores y aquí
también el TIEMPO tendrá que ser LIBERADO. No es un concepto que comprendan las
flores. Ellas actúan en segundos de nuestra vida humana y a veces con una
permanencia que se acerca a la eternidad.
Lo bueno es
que cuando trabajamos con flores, aunque el trabajo sea sutil, comienza
inmediatamente. Ellas están al servicio directo de Dios, de la Fuente, de lo
Divino.
En el caso
particular de las rosas, son algo así como las emperatrices y tienen labores
muy concretas según sus colores. Cuanto más conectados estemos con el mundo de
la energía de los colores, más fácil nos será comprender cuánto tienen para
ofrecernos estas exquisitas flores que actúan amorosamente con su color y su
perfume.
BLANCAS:
amor incondicional, ligado directamente a los mensajes que nos llegan desde la
Fuente. Trabajan con los mensajes para
el alma, son como ángeles que llegan a susurrarnos al oído todo aquello que no
recordamos y sobretodo recordarnos qué dones divinos nos fueron otorgados para
transitar esta vida humana. Trabajan el amor desde el perdón.
ROSADAS:
trabajan lo femenino, sea en hombres, mujeres o situaciones. El amor fraternal,
la amistad y la liberación son su tarea. Es el amor de María o de Kuan Yin. Lo
femenino, lo que gesta y por supuesto la tierra.
ROJAS:
trabajan con el amor de pareja, con lo relacionado a construir vínculos donde
exista la convivencia física y de espíritu. Ayudan a sanar lo pasional cuando
se ha desvirtuado y camina los senderos del control y el juicio. Por eso ayudan
a SOLTAR, aprendiendo a sentir el amor real por nuestra pareja, liberando los
apegos insanos y las dependencias. Nos enseñan, por consiguiente, el amor por
nosotros mismos, porque al amar nuestra alma sin condicionamientos y con
nuestra sombra, aprenderemos a entender y aceptar el alma de nuestro
compañero/a.
AMARILLAS:
están ligadas a la comprensión y el amor de lo añejo, a la sabiduría y el amor
incondicional por aquello que nos llega desde lo ancestral.
Sanan todo lo
relacionado con la ancianidad, pero con el amor y la sabiduría que brotan o
debieran brotar del humano mayor; del respeto por lo vivido, por el camino
recorrido, por el aprendizaje del transcurrir de los tiempos.
También con el
amor y bendición de la línea ancestral de cada persona. Bendecir lo que
antecedió, es su mensaje.
Cualquier flor
puede trabajarse en cocción o aceite. En aceites frescas sobre hornillo y
trabajar el aroma con aromaterapia, o con aceites sólidos y el pétalo fresco,
para resguardar su impronta y su perfume a través de la “solidez” del aceite.
Las rosas
blancas y rosadas, junto con la avena sirven para trabajar el cáncer en todos
sus niveles y sobre todos los órganos.
SANDALO
El sándalo es
el padre espiritual de todas las maderas. “Procurad ser como el sándalo que
perfuma el hacha que le hiere”, dice un proverbio hindú.
Cuando es
tiempo de trabajar la humildad y la sabiduría, es tiempo de acercarnos al
sándalo. Él es “el maestro”, el que predica sin que lo notemos, el que nos
habla de la aceptación de todo lo que nos rodea y sobre todo, de nosotros
mismos. El sándalo le habla directo a nuestro corazón, nos muestra la Divinidad que nos habita. Es suave, generoso
y paciente. Tiene “tiempo”.
Si bien el
aroma del sándalo suele ser bien aceptado por las mujeres, es esencial para
trabajar la humildad y el entendimiento en los hombres; aunque no en el mismo
grado, pero algo similar a lo que ocurre con la zarzamora y las mujeres, pasa
también entre el sándalo y los hombres.
Es
definitivamente una planta masculina absolutamente equilibrada, que nos
remitirá siempre al “maestro”, al centro de nuestro corazón y la sabiduría que
contempla el TODO.
No estamos
solos y todo lo que nos rodea, nos habita… intentemos caminar hacia la
divinidad humilde y sabia del sándalo, sobre todo cuando la soberbia no termina
de irse.
Se lo suele
utilizar como afrodisíaco, pero recordemos que en realidad sobre lo que está
trabajando es sobre la real integración de lo diferente, por eso encontrar el
“cóncavo y convexo” de cualquier relación en absoluta armonía es su verdadera
tarea.
SÉSAMO O
AJONJOLI
Tiene dos
funciones que parecen no estar conectadas, pero sí lo están. Por un lado el
sésamo trabaja sobre todo lo que hay que abrir, la imagen es la de los brazos
abiertos para recibir lo que es para uno, pero en total libertad y desapegados
de cuestiones relacionadas con el ego.
Si bien se lo
relaciona con la abundancia, ya que cada pequeña semilla es como una preciada
pepita de oro, de la abundancia que nos habla, es mucho más profunda.
Nos recuerda
que todo aquello que anhelamos y que está en nuestro camino de evolución,
llegará a nosotros en tiempo y forma, ayudándonos inclusive a limpiar de “mala
hierba o malos pensamientos” el camino de nuestra evolución. Está relacionado
en este sentido, con todo lo relacionado a la familia, al hogar, al nido, como
lugar donde uno se alimenta y crece en amor y armonía.
Para
utilizarlo podemos tostarlo y dejarlo en un recipiente abierto sobre una mesa
en algún ambiente central de nuestra casa. Si queremos utilizarlo en sanación
podemos ingerirlo directamente o en compresas realizadas de la siguiente
manera: hervir agua y poner en un recipiente 4 o 5 cucharas de sésamo, cubrir
con el agua hirviendo y dejar en reposo, sumando varios pétalos de rosas
blancas y rosadas, tapar el recipiente y después de unos 15 minutos, cuando se
haya entibiado, tirar el agua y poner el sésamo con los pétalos en una bolsita
de algodón o hilo y cerrar. Esperar a que esté a temperatura ideal para
contacto con la piel y dejar sobre el plexo hasta que se enfríe del todo o 15
minutos. Repetir esta operación por 5 días mínimo. (La bolsita puede colocarse
sobre la zona del cuerpo afectada… si no puedo hablar, porque el miedo me lo
impide y tengo que abrirme y “pronunciarme”, puedo colocarla sobre mi boca o mi
garganta, recordar que allí la piel es más delicada, ser precavidos con la
temperatura…).
TILO
El tilo es el reparador de
culpas. Tiene una inmensa tarea, nos enseña que la culpa no es otra cosa que
soberbia mal expresada o convertida en algo que nos victimiza. Desde su sabia y
moderada paciencia viene a decirnos que con la culpa no podemos construir ni
construirnos. Nos vuelve pesados y perezosos. Con él podemos soltar mansamente
y regarnos de amor.
Esto lo haremos en forma
literal, realizando una infusión de tilo, hirviendo en dos litros de agua un
puñado de flores y hojas de tilo. Cuando haya soltado su perfume y esencia en
el agua, tomaremos un recipiente lo suficientemente grande como para que
nuestros pies entren cómodamente y en él verteremos la infusión con el tilo y
agregaremos dos litros de agua fría más
para templarla; allí colocaremos nuestros pies para ser “regados” durante
treinta minutos aproximadamente.
Si nuestro cuerpo vibra
como el reino vegetal y mineral también, además de regarnos deberemos tomar sol
y aire frescos. Tomemos en forma consciente una hora de sol y una de luna luego
de habernos regado, para fortalecernos con el Universo todo a través de la
alegría pacifica del tilo. La victima que habita en nosotros comprenderá que no
tiene razón de existir y nuestra liberación abrirá, además, las puertas de
otros que también necesitan cuidar su riego.
Aceptar será confiar,
entregarse, cerrar los ojos y saber que merecemos lo que ocurrirá porque eso será lo mejor que puede ocurrirnos. Confiar que Dios, el Universo, los Maestros,
los Ángeles, están allí, todo el infinito tiempo “cuidando nuestras
espaldas”. Algo bueno va a ocurrirnos,
algo que no tendrá oposición y que recibiremos voluntariamente como acto de fe
en la observancia de nuestro proceso para volver a vibrar con la sana inocencia
del niño que nos habita.
TORONJA
O POMELO
El pomelo o toronja
revitaliza. Activa. Es el volver a empezar. Es estar parados ante una luminosa
puerta abierta y saber que ya es hora de atravesarla. Es la fuerza para dar ese
primer paso y también las ganas.
El pomelo viene a
invitarnos a la aventura; no tiene miedos, prejuicios ni creencias
pre-establecidas de nada. Todo se abre y se despeja cuando su aroma nos
acompaña.
No tiene
contraindicaciones por lo que puede utilizarse el tiempo deseado y lo ideal es
dejar secar sus cascaras, como mínimo de 3 pomelos y dejarlos en el ambiente
que más habitamos. Acompañado de una rama de canela y un solo chile nos da no
sólo la confianza del camino despejado, sino la constancia de la continuidad en
ese camino. El tener certezas, confianza total.
El pomelo se detiene a
mirarnos de frente a los ojos y decirnos HAZLO. HAZLO YA.
Borra dudas, miedos,
incertidumbres y sobre todo creencias que no nos son propias, permitiendo que
construyamos las nuestras desde la comprensión y observancia de nuestra alma.
Cuando esa comunión se expresa nítida y mansamente todo está permitido para
aceptar esas nuevas creencias que dibujarán el camino claro en los adelantes.
POMELO Y CLAVO para que el camino sea despojado y
claro, pero a la vez suave y consciente. Preparar un pomelo con unos 20 clavos
de olor clavados literalmente en él, y dejarlos colgando en un ambiente central
de la casa, el clavo tardará entre 20 y
30 dias en consumir el jugo del pomelo y este se irá secando. No olvidemos que
el clavo llega para SECAR. Seca todo aquello
que se haya “pasado de humedad”, cuando hayan comenzado procesos de “pudrición”
el clavo seca, hace desaparecer lo húmedo que provoca el hongo de la
desesperación, la oscuridad de pensamiento, de la victimización. Es ideal para
trabajar la figura de la víctima.
La víctima es
una figura difícil, ya que es la damnificada y a la vez suele retroalimentarse
de esta energía para no salir de su propio estado de dependencia, por esto el
clavo propone la ACEPTACIÓN de las situaciones.
Si bien la
situación que estamos experimentando puede que no sea la de “la victimización”
pero liberar cualquier posible atadura y vieja creencia, nos acercará al paso
esencial que necesitamos dar hacia nosotros mismos.
TRIGO
El trigo es la
esencia de la verdad y a su vez aquello que debe ser revelado para el mayor
bien de todos los involucrados. Es la base de la alimentación de muchos pueblos
que han vivido situaciones de engaño y traición y llega a ellos para enseñarles
el camino de la verdad. La luz existente en sus corazones para que todo renazca
y se multiplique mil veces “como el pan”.
Ante
situaciones de engaño, traición, poca claridad en conceptos o emociones, viene
a poner calma y luego luz. No hay nada que se resista ante su presencia.
Alimenta el mañana, con prosperidad y certezas, no con seguridades, lo seguro
no existe, pero la luz si, y eso es lo que él representa. Atrás de una
traición, siempre hay una elección incorrecta, el trigo viene a invitarnos a
elegir nuevamente, y elegir la verdad que reinará en nuestra vida por siempre.
Tener espigas
en la casa o granos en un recipiente, en el ambiente central de la casa, es
invitar a que la verdad siempre se siente a nuestra mesa para que reine
realmente la paz y la armonía con prosperidad.
VAINILLA
Representa la
dulzura de la infancia. Es muy bueno trabajar con ella, situaciones traumáticas
de la infancia con los padres. Cuando hubo abandono, violencia física o
emocional, o inclusive abuso; la vainilla nos acerca al perdón desde un lugar
de reparación tan amoroso que alivia también el corazón de los padres. Es uno
de los aromas que puede ser utilizado en un espacio común donde por lo menos en
algún momento del día se encuentren los involucrados.
El perfume
dulce de la vainilla puede ser a veces rechazado al querer trabajar estas
situaciones, ya que tiene cierta densidad que puede convertir a los procesos en
cuestiones saturadas de amor fraterno por eso al utilizarla es prudente, para
que se pueda trabajar el tiempo necesario, colocar en un hornillo unas gotas de
esencia de vainilla (no la vaina directamente) con unas cascaras de naranja que
colaborará otorgando alegría al proceso que comenzarán a vivir. Durante una
semana se irán modificando las cantidades de ambas, comenzando con dos gotas de
vainilla y 4 trozos de cascara de naranja en agua, sobre el hornilla; al día
siguiente sumar una gota de vainilla y quitar una cascara, al tercer día sumar
otra gota y un trozo de vaina de vainilla quitando otra cascara de naranja… y
así continuar hasta completar la semana y que quede sólo vainilla en el
hornillo. El octavo y noveno día quitar la vainilla por completo y poner
hornillo con rosas rosadas o agregar un muy buen aceite de rosas.
ZARZAMORA
La planta de
zarzamora representa el centro femenino; el fruto: los ovarios, y sus hojas: el
corazón femenino. Poder trabajar con la zarzamora en forma consciente es una
decisión que toda mujer debe tomar en algún momento de su vida. Llegar a
comulgar con esta planta es conocer la integración del alma y cuerpo femeninos.
Cada detalle de
ella misma habla de femineidad: sus pequeñas rosas, sus espinas, sus hojas
fuertes con nervaduras marcadas, su integrarse a la tierra que habita
reproduciéndose infinitamente… y su fruto dulce y acido, según su tiempo de
maduración, con su color rojo negro sangre.
Si nos
detenemos a leer este último párrafo comprenderemos que es una planta que ayuda
en muchos de los procesos que una mujer vive en toda su vida. Desde lo
biológico, colabora con los procesos inflamatorios de los períodos ovulatorios,
y desde lo etérico nos demuestra como el Ser femenino puede ser habitado por el
perfume amoroso de las rosas, el aferrarse a la vida, el defenderse con lo que
la naturaleza le ha brindado.
La zarzamora
define la femineidad sin tener que explicarla por oposición a lo masculino, ya
que en ella vive también lo masculino. Tomar té de hojas de zarzamora puede
aliviar procesos ovulatorios y sobre todo acompañar el período de menopáusico
cuando trae trastornos difíciles de atravesar. Si bien el te actúa sobre lo
biológico, es bueno ofrecerlo en ritual femenino donde sumemos pétalos de rosas
y jazmín. En dicho ritual cada mujer experimentará el preparar lo necesario
según su propia vida, con las deidades que ella necesite, cristales, más flores
frescas, semillas, colores, alimentos y luces; si se ofreció en el ritual este
te, al finalizar es conveniente que la mujer lo beba. Y si ceremonia fue
compartida por varias mujeres, es propicio que todas lo compartan.













































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